jueves, agosto 24, 2006

Mi novio Benny Moré

Por: Madeline Paz Reyes.

Bartolomé Maximiliano Moré y Benítez, nacido en Santa Isabel de las Lajas, el 24 de agosto de 1919, es una de las grandes figuras de la música cubana. Este hombre especial, cuyo estilo inconfundible es recibido aún hoy con agrado en muchas partes del mundo, falleció el 19 de febrero de 1963, quedando para siempre entre los corazones cubanos.

Hoy, como ayer, yo te sigo queriendo mí bien,
Con la misma pasión que sintió mi corazón,
Cuando te vi junto al mar.
Al recordar los momentos sublimes que ya
No podré disfrutar nunca más….

Cronológicamente sería imposible naciste 87 años atrás y yo sólo cuento con 33 pero no sé si fue tu delgado mestizaje, esa audacia romántica, o sobre todas las cosas, esa voz profundamente musical capaz de hilar el acompañamiento con los tonos bajos y altos dejando estupefacto los derredores lo que me hizo ser tu novia, me preguntas:

Cómo fue
no sé decirte cómo fue
no sé explicarme qué pasó…

Desde mi cuna suspiraba con tu voz, sólo conciliaba el sueño cuando escuchaba uno de tus boleros, esos me transportaban a tu mundo, tu elegante porte, tu cubanía pintada de los pies a la cabeza, esa manera de ser caballero encantador, dejaron en mí un pasmo con sabor perdurable.

Bastaron mis manos sobre tus fotografías artísticas para reconocer lo común de tu figura y el sufrir de una época convulsa con una larga tradición no sólo de pobreza y esclavitud, sino de prácticas rituales afrocubanas con su inherente carga de cantos, toques y bailes, vivencias aportadas por el seno familiar que, junto a su asiduidad a fiestas campesinas, marcaron en ti ese buen tino para tu forma particular de sentir y expresar la música.

Hay que vivir el momento feliz…
La vida es un sueño y todo se va…
La realidad es nacer y morir…

Vicios que eliminaron tu existencia física, pero que no apagaron tu talento y personalidad ante tu público, que una vez y otra vez, bailó, gozó y repitió tus canciones.

Te acordarás de mí cuando me vaya…
Haz de llorar desesperadamente…
Cuántas cosas atormentarán tu vida
La ruina ha de llegar cuando me vaya…

Es cierto que la música muy a tu estilo dejo de seguir naciendo pero tus sones, guarachas, boleros siguen vivos reverdecen aún en el siglo XXI, ¿Qué me dices mi guajiro?

Yo campesino he nacido
y ahora vivo en el poblado,
por eso no he olvidado
que en el campo yo he nacido…

Tu montaña querida te guarda por toda la vida entera, tus palmas siguen acariciando tu voz de río claro y perturbador.


Te fuiste de mi vida sin una despedida
Dejándome una herida dentro del corazón
Te fuiste de mi lado cuando no lo esperaba…

Hábil para arrullar mujeres a tu paso, tu presencia enjuta pero brillante desbordando tus enormes capacidades histriónicas con la música que permitió marcaras una era en la música cubana coronándote como el Bárbaro del ritmo, me llega, te quitas el sombrero, alzas los brazos y vuelves a dirigir la banda, pero esta vez decides volar con tu voz calando en cada cubano que orgullosos te tienen como el lajero por excelencia y que Hoy como ayer te seguimos queriendo, con la misma pasión, para que sigas cantando mi bien….Por siempre.